Desde pequeña me cuesta comer las verduras, pero como madre tomé hace tiempo conciencia de que si quería que mis hijos las tomasen, debía tomarlas yo también. Por otra parte he llegado con el tiempo al convencimiento de que necesito comerlas. Por ello, intento cocinarlas de mil maneras, evitando ponerlas solamente hervidas, tal y como me las ponía mi madre, amante de las verduras. Estas espinacas gustan tanto a los amantes de las verduras, como a los niños o a adultos que como yo, nos cuesta un poco. La bechamel hace que tengan un sabor suave, y el bacon le da un toque increíble. Espero que os gusten tanto que formen parte de vuestro recetario.
- 1-2 dientes de ajo
- 500 g de espinacas frescas
- 50 g de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de sal
- 50 g de harina
- 500 g de leche
- 30 g de mantequilla
- un pellizco de nuez moscada
- un pellizco de pimienta
- 6 huevos
- 50 g de queso rallado
- En primer lugar,ponemos los ajos en el vaso y programamos 10 segundos, velocidad 6.
- A continuación bajamos los restos de ajo hacia las cuchillas y añadimos el aceite, programamos 3 minutos, 100 grados, velocidad 2.
- Seguidamente añadimos el bacon y programamos 1 minuto, 120 grados, velocidad 2.
- Después añadimos las espinacas y la sal. Programamos 5 minutos, temperatura 100 grados, velocidad 2.
- Precalentamos el horno a 200º.
- A continuación calentar la mantequilla 1 minuto, 100 grados, velocidad 1.
- Añadimos la harina y rehogamos 1 minuto, 100º, velocidad 2.
- Después echamos la leche, la mantequilla, la pimienta y la nuez moscada. Programamos 7 minutos, 100º, velocidad 2.
- Al terminar, ponemos las espinacas en una fuente para horno , vertemos la mezcla de espinacas, cascamos los huevos sobre ella y espolvoreamos por último el queso. Metemos al horno durante 10 minutos para que cuajen y se doré la superficie.
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