Las gambas al ajillo son un clásico en nuestra gastronomía española y es una de nuestras tapas más típicas.
En este caso he utilizado gambas congeladas, que bien preparadas nos pueden servir a la perfección para esta receta.
Si sois de los que os gusta mucho el picante, sólo tendréis que añadir una guindilla más y veréis cómo aumenta la sensación. También podéis preparar esta misma receta sustituyendo las gambas por langostinos o gambones.
Es un plato perfecto si tenéis invitados en casa para poner como entrante y es ideal porque también es una receta apta para celíacos.