En estos meses de verano los peques tienen mucho tiempo libre y es importante rellenarlo haciendo actividades diferentes a las del resto del año y que sean, al mismo tiempo, divertidas y les proporcionen alguna enseñanza. Entre mis favoritas está hacerles partícipes de la cocina. Y qué mejor manera que preparando unas deliciosas galletas que luego podrán comerse.
Por pequeños que sean todos pueden ayudar, ya que la masa queda con textura de plastilina y podrán moldearla y amasarla con sencillez. Además, estas galletas se preparan en un momento y pueden adornarse con todo aquello que queramos, bolitas de chocolate, frutos secos, pasas…¡A gusto de los pequeños consumidores!
Se agradecen este tipo de recetas para gente con intolerancias