Preparar una rica jalea de membrillo es muy fácil y típico del otoño. Además, nos permitirá aprovechar el caldo sobrante de cocer al preparar carne o dulce de membrillo.
Podemos tomarla untada en pan o galletas o emplearla para completar o adornar otro postre. La textura es similar a una gelatina, pero mucho más sana al ser totalmente natural. La única pega son las calorías.
Jalea de membrillo
Con esta receta tendrás un postre fino y original con todo el sabor el auténtico membrillo.
Variantes y consejos
- La jalea se conserva meses e incluso años en un lugar fresco y seco. Para ello nunca la taparemos salvo con papel de cocina, nunca con plástico ni tapaderas. Tampoco debemos meterla en el frigorífico.
- Si nos queda demasiado blanda, podemos esperar un tiempo y se endurecerá.
- Puede tomarse con tostadas, yogur, queso, helado..
- Si queremos acelerar el proceso, podemos ponerlo a 120º con mucha precaución, que no haa mucha cantidad para que no rebose por la tapa y cuando lo paremos, primero pondremos el tapón, bajaremos la temperatura hasta que deje de hervir y luego lo pararemos, para evitar que salte por la tapa.