La lasaña de pollo es un plato sencillo y muy completo para el que podemos emplear la receta de bechamel que vimos el otro día.
Podemos congelarla antes de su horneo y de ese modo tener siempre lista para emergencias una comida o cena que, acompañada de un entrante ligero, puede tomarse como plato único. También podemos llevarlo en la fiambrera para comer en el trabajo.
Lasaña de pollo
Una receta sencilla y completa que podrás congelar y también llevar fácilmente al trabajo.
Autor: Conchi Sicilia
Tipo de receta: Pasta
Raciones: 2
Tiempo de preparación:
Tiempo de cocinado:
Tiempo total:
Ingredientes
- 6 placas de lasaña
- 400 g de pechuga de pollo (o cualquier pieza sin piel ni huesos)
- 30 g de aceite
- 1 cebolla mediana (200 g aprox.)
- 250 g de bechamel
- Queso rallado
- Mantequilla (para untar el fondo de la fuente)
Preparación
- Cortar la carne en dados. Picar 30 segundos a velocidad 6. Reservar.
- Añadir 20 g de aceite a la jarra y calentar 1 minuto a 120º y velocidad 2.
- Agregar la cebolla pelada y partida en cuartos y sofreír 5 minutos a 120º y velocidad 1-S con el cestillo invertido encima de la tapa.
- Echar el pollo y 10 g de aceite y sofreír otros 7 minutos a 120º y velocidad 1-S.
- Agregar unos 150 g de bechamel y programar 30 segundos a velocidad 4.
- Montar las placas de lasaña bien individualmente o bien en una fuente rectangular apta para horno, untando previamente con mantequilla el fondo. Añadir una capa de la mezcla, otra capa de placas, más pollo, placas y cubrir con el resto de la bechamel y queso rallado.
- Hornear siguiendo las instrucciones del fabricante de las placas de lasaña (dependiendo del tipo de placas puede ser necesario cocer la lasaña o solo gratinarla).
Información nutricional por ración
Calorías: 750
Variantes y consejos:
- Podemos utilizar esta receta de bechamel. Para darle más sabor, en este caso aumentaremos la cantidad de tomate, agregando unas 3 cucharadas para la receta completa.
- Existen distintos tipos de placas de lasaña: algunas es necesario cocerlas, otras se ponen en seco y otras solo requieren remojo previo. Para mí estas últimas son las más prácticas y las que mejor quedan. En cualquier caso, a la hora de meter en el horno la lasaña deberemos observar las indicaciones de preparación.
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