Además de las torrijas, uno de los postres más típicos de Semana Santa es la leche frita. Y aunque elaborarla a la manera tradicional puede ser un poco engorroso y hay que estar ahí dándole vueltas y más vueltas, hacerla con Mycook es cuestión de pocos minutos.
Una vez preparada la masa de la leche frita hay que dejarla cuajar en la nevera durante unas horas o si preferís, que es como yo suelo hacer, dejarla cuajar toda la noche y freírla al día día siguiente. Después ya solo quedará pasarla por azúcar con canela y listas para disfrutar.
La leche frita se puede degustar caliente, tibia o fría, como más os guste. Se puede comer sola, pero acompañada de una bola de helado también está espectacular.
- 500 gr. de leche entera
- la piel de 1 limón (solo la parte blanca)
- 1 palo de canela
- 100 gr. de azúcar
- 60 gr. de maicena
- 1 huevo batido (para rebozar)
- harina (para rebozar)
- azúcar y canela en polvo (para rebozar)
- Aceite para freír
- Colocar la paleta mezcladora sobre las cuchillas.
- Echar en la jarra la leche, el azúcar, la piel del limón, el palo de canela y la maicena. Programar 6 minutos, temperatura 100ºC, velocidad 3.
- Retirar el palo de canela y la piel del limón.
- Colocar la crema de leche que acabamos de preparar en un recipiente engrasado cuadrado o rectangular, de manera que quede de un grosor de unos 2 cm.
- Dejar enfriar y cuajar en el frigorífico unas 4 horas o toda la noche.
- Pasado ese tiempo para preparar la leche frita solo tenemos que cortarla en rectángulos o cuadrados.
- A continuación rebozar en harina y huevo y freír en abundante aceite caliente.
- Sacar a un plato con papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
- Por último rebozar la leche frita en azúcar mezclada con canela en polvo.
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