Estas lentejas tradicionales no son las lentejas de la abuela, sino de el abuelo (de mis niños), perfectas para que estos las coman, para llevarlas en el tupper y comer fuera de casa. En estos días de Semana Santa en que las legumbres cobran un papel protagonista en nuestras mesas no podemos dejar de probarlas.
En este caso, para que cupiese todo bien en la jarra, las he preparado con lentejas precocidas. ¡Buenísimas!