Mousse mágico de café y si os estáis preguntando el por qué de ese nombre enseguida lo vais a descubrir. Con 3 ingredientes y en 5 minutos más o menos tendremos este postre listo para tomar aunque he de deciros que es un postre que hay que hacer y comer porque si se deja en la nevera mucho rato el café empieza a aparecer en el fondo y ya no será igual de rico ni vistoso.
Tampoco le encanta a todo el mundo, este es un postre que entre los amantes cafeteros triunfa pero que si no lo eres igual su sabor te resulta algo fuerte.
Siempre hay un día en el que de repente piensas que te apetece un postre pero te da pereza prepararlo porque mientras lo preparas y no se te pasaron las ganas de comerlo, pues ese día esta receta será perfecta para ti.
- 140 gramos de agua fría
- 30 gramos de café soluble descafeinado
- 150 gramos de azúcar
- Lo primero que hay que hacer es pulverizar el azúcar. Para hacerlo debemos poner en la jarra el azúcar; la jarra tiene que estar limpia y seca, y programar 1 minuto a velocidad progresiva 5-7-10. Bajar los restos de las paredes hacia las cuchillas.
- Poner en las cuchillas la paleta mezcladora y añadir el café soluble descafeinado y el agua y batir todo junto durante 5 minutos a velocidad 5.
- Probar de azúcar y si os gusta más dulce podéis añadir un poco más de azúcar ( deberá ser en polvo) y batir otro minuto a velocidad 5.
- Echar la mousse en los vasos o cuencos donde lo queráis servir y a la nevera mientras coméis o directamente a la mesa.
Consumir rápidamente porque si lo dejáis mucho en la nevera el café empieza a aparecer por el fondo.
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