Esta tarta de queso al horno resulta irresistible pero es sencilla de preparar, cuando la pones sobre la mesa todo el mundo quiere un pedazo. Puedes hacer una tarta más grande en un molde de 26 cm. poniendo el doble de los ingredientes y no te sobrará nada porque muchos repetirán. Si prefieres hacer una tarta de queso sin encender el horno te aconsejo probar la Tarta fría de queso con arándanos.
Es un postre bastante calorico por la gran cantidad de queso que lleva pero es necesario si queremos conseguir una tarta suave y cremosa, yo suelo cubrirla con una compota de arándanos que tiene muy poco azúcar pero se puede utilizar cualquier mermelada o confitura que nos agrade.
- 500 g de queso crema
- 150 g de azúcar
- una pizca de sal fina
- 3 huevos M
- 200 ml de nata para cocinar
- 30 g de Maicena
- ½ cucharadita de levadura de repostería
- una cucharadita de extracto de vainilla
- compota de arándanos
- Encendemos el horno a 160ºC y colocaremos la fuente de horno en la posición más baja con un litro de agua caliente dentro porque vamos a hornear al Baño María. En la posición inmediatamente superior colocaremos la rejilla y pondremos sobre ella el molde para que no esté en contacto con el agua.
- Preparamos un molde redondo de aro desmontable de 18-20 cm. de diámetro, ponemos un trozo de papel para hornear en la base colocado como se indica en la Nota al final de la receta, y engrasamos con aceite de girasol las paredes.
- Ponemos en la jarra el queso, el azúcar y la sal, lo batimos durante 5 minutos velocidad 4.
- Echamos un huevo por el bocal de la tapa y programamos 3 minutos velocidad 5, pasado un minuto añadimos otro huevo, pasado otro minuto echamos el tercer huevo.
- Quitamos la tapa y añadimos la Maicena, la levadura de repostería, la nata para cocinar y la vainilla, tapamos y mezclamos durante 1 minuto a velocidad 5.
- Echamos la crema en el molde que tenemos preparado y lo colocamos sobre la rejilla del horno, horneamos durante una hora, veremos que la tarta sube mucho y casi se sale del molde. Después apagamos el horno y lo dejamos dentro 15 minutos, la tarta empezará a bajar lentamente. Pasado ese tiempo abrimos un poco la puerta del horno para rebajar la temperatura poco a poco y esperamos 15 minutos para sacar la tarta.
- La dejamos enfriar hasta que el molde se pueda tocar con las manos y retiramos el aro, cogemos la tarta por el papel y lo colocamos sobre una rejilla para que enfríe totalmente.
- La cubrimos con la mermelada o compota que más nos guste y servimos.
Si sueles usar azúcar vainillado puedes sustituir 30 g del azúcar por dos sobrecitos del azúcar vainillado y ya no tendrás que añadir extracto de vainilla.
Sé el primero en comentar