Ya tenemos la Semana Santa a la vuelta de la esquina, y tenemos ganas de dulces, así que hemos buceado entre el recetario tradicional para rescatar estas riquísimas orejas fritas, muy típicas de estas fechas.
En realidad en muchas comunidades, como en la gallega, se comen desde mucho antes, en Carnaval y en Cuaresma, así que no es un dulce exclusivo de Semana Santa. Pero no obstante, sí es muy habitual verlas en las mesas de Pascua, incluso con distintas variaciones (los pestiños, por ejemplo) formas y acompañamientos.
Lo cierto es que las orejas no pueden faltar en el listado imprescindible de platos para unas fechas tan señaladas. Así, por ejemplo, las podemos encontrar en la selección de dulces de Semana Santa que hacen los gallegos Pazo de Vilane. Son postres tradicionales y de procedencia humilde (se elaboraban con pocos ingredientes, y “muy de casa” al alcance de cualquier campesino), pero sorprendentemente deliciosos. Para muchos superan a otros más refinados y de sofisticadas técnicas.
Sea como fuere, lo cierto es que las orejas no pueden faltar en estos días tan especiales para culminar una buena comida con familiares o amigos. Puedes servirlas solas o rociarlas de miel, almíbar o una mezcla de azúcar y canela; en cualquiera de sus versiones te vas a chupar los dedos. Son crujientes y deliciosas, por eso no duran nada en el plato.
Sólo debes tener en cuenta dos trucos: el primero es que uses harina de fuerza; el segundo es que en la fritura emplees un aceite de girasol caliente, pero no demasiado, o se te quemarán.
Aquí va nuestra receta de orejas.
Orejas fritas
Las Orejas (u orejuelas) fritas son el plato tradicional de la Semana Santa en España. Descubre nuestra receta y te chuparás los dedos.