Esta es mi propuesta para finalizar una velada especial de San Valentín o cualquier otra ocasión especial. El cóctel Rossini es originario de Italia,concretamente de la zona de Venecia y para su elaboración se utilizan principalmente fresas y prosecco (vino blanco espumoso italiano). El prosecco lo podemos sustituir perfectamente por cava o champán, lo que más nos guste.
Es un cóctel facilísimo de hacer, muy suave con el toque afrutado y dulce que le dan las fresas. Si las fresas no son vuestra debilidad podéis probar con otro cóctel veneciano, el cóctel Bellini que se elabora con melocotón.