La salsa bechamel es un gran complemento para múltiples recetas, desde pastas a verduras y pescados gratinados. Es imprescindible en la mayoría de las lasañas.
Esta receta se caracteriza por su sencillez, y ganamos mucho realizándola con Mycook, ya que nunca quedarán grumos y no necesitaremos estar removiendo todo el tiempo.
En variantes y consejos damos alguna idea sobre cómo personalizar nuestra bechamel para los distintos usos que queramos darle.
- 2 cucharadas soperas de harina
- 50 g de mantequilla
- 2 cucharadas soperas de aceite de oliva
- 500 g de leche fría
- Sal
- Nuez moscada
- Montar la paleta mezcladora. Añadir la mantequilla y el aceite y calentar 1 minuto a 80º y velocidad 3.
- Agregar la harina tamizándola por un colador. Programar 1 minuto a 80º y velocidad 3.
- Añadir la leche, la sal y la nuez moscada y programar primero 5 minutos a 80º y velocidad 3 y luego otros 5 minutos a 100º y velocidad 3.
Variantes y consejos:
- Si queremos un resultado más espeso, añadiremos más harina. Al contrario, si queremos una bechamel más clara, añadiremos 250 g de leche más.
- Se le puede añadir una cucharada de tomate frito para darle un poco más de sabor y color. Para ello, al terminar, lo añadiremos y mezclaremos 30 segundos a velocidad 3. La de la imagen lleva tomate.
- También podemos agregarle dos yemas de huevo. Para ello, las pondremos en un tazón y las mezclaremos poco a poco con la bechamel para que no cuajen. Una vez mezclado, agregamos todo a la jarra y programamos 30 segundos a velocidad 3.
- Podemos añadir casi cualquier cosa que se nos ocurra, desde encurtidos (alcaparras, pepinillos), hasta trocitos de jamón serrano o de york, pasando por queso.
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