La salsa bechamel es un gran complemento para múltiples recetas, desde pastas a verduras y pescados gratinados. Es imprescindible en la mayoría de las lasañas.
Esta receta se caracteriza por su sencillez, y ganamos mucho realizándola con Mycook, ya que nunca quedarán grumos y no necesitaremos estar removiendo todo el tiempo.
En variantes y consejos damos alguna idea sobre cómo personalizar nuestra bechamel para los distintos usos que queramos darle.
Variantes y consejos:
- Si queremos un resultado más espeso, añadiremos más harina. Al contrario, si queremos una bechamel más clara, añadiremos 250 g de leche más.
- Se le puede añadir una cucharada de tomate frito para darle un poco más de sabor y color. Para ello, al terminar, lo añadiremos y mezclaremos 30 segundos a velocidad 3. La de la imagen lleva tomate.
- También podemos agregarle dos yemas de huevo. Para ello, las pondremos en un tazón y las mezclaremos poco a poco con la bechamel para que no cuajen. Una vez mezclado, agregamos todo a la jarra y programamos 30 segundos a velocidad 3.
- Podemos añadir casi cualquier cosa que se nos ocurra, desde encurtidos (alcaparras, pepinillos), hasta trocitos de jamón serrano o de york, pasando por queso.